Antes de saber cómo motivar a un alumno, primero hay que conocer qué ocurre para que los estudiantes se desmotiven con estos cursos. Algunos profesionales de la educación clasifican en cuatro grupos los motivos:
Causas de desmotivación y posible abandono:
- Aspectos tecnológicos: tales como la falta de conocimiento en el uso de la plataforma o la lentitud en la navegación.
- Aspectos metodológicos: algunas personas no están acostumbradas a la formación online y por el motivo que sea se animan a probarla, pero al no estar habituados pueden tener dificultad para manejarse o entender el funcionamiento; si a esto le sumamos que no hay tanto feedback como en un curso presencial, la motivación cae en picado.
- Aspectos relacionados con el diseño del curso: como contenidos mal diseñados, extensos, poco atractivos o desactualizados.
- Aspectos personales: ya sea por falta de tiempo o por imprevistos que hacen que el alumno no pueda realizar de forma satisfactoria el curso.
Medidas para solucionar estos problemas:
- Despierta la curiosidad de los alumnos, ya que cuando una persona siente curiosidad tiene más ganas de ampliar conocimientos sobre un tema.
- El profesor no debe olvidarse de dar feedback a lo largo de todo el curso. Debe informar a los alumnos de cómo avanzan y pararse a explicarles en qué han cometido algún error.
- “Ve al grano”. Es fundamental centrarse en aquello que se quiere transmitir sin desviarse de este objetivo, pues los estudiantes quieren la información justa y necesaria. Sobrecargarlos no hará otra cosa que desmotivarlos. Si se considera importante incluir cierta información pero no es algo esencial, siempre se puede crear una opción de saber más o ampliar la información, teniendo siempre presente que ¡lo bueno si breve, dos veces bueno!
- Vive la experiencia. Si una vez que se diseña un curso se prueba, será más fácil detectar exceso de información, en qué momento pueden tener dificultades o si las unidades son muy extensas.
- Libertad. El hecho de que haya que estar un determinado número de horas viendo una unidad didáctica puede hacer que los alumnos se frustren. Cada persona tiene su ritmo a la hora de hacer las cosas y al ponerles un tiempo mínimo puede aparecer la tan temida desmotivación. Es más, este hecho no asegura que un alumno aprenda lo que se pretende enseñar. Hay personas que prefieren imprimir los contenidos, ver el temario en papel y luego hacer el cuestionario, o que cumplen los objetivos en un tiempo mínimo. Lo que harán serán tener la plataforma abierta y dejar que el tiempo pase. Por ello, hay que darles libertad, controlar su tiempo no te asegurará que hayan aprendido.
Además de detectar los problemas y las soluciones, es importante tener en cuenta:
Tipos de alumnos que existen para saber identificarlos y saber cómo actuar:
No puedo más
Son alumnos muy interesados en la realización de un curso, pero que tienen la agenda muy apretada y por ello no le pueden dedicar al curso todo el tiempo que les gustaría.
Alumno Ideal
Son los que tienen tiempo y ganas. Suelen compartir sus opiniones para intentar mejorar los contenidos o la mecánica del curso.
Alumno Ausente
Siempre busca motivos para poner excusas o criticar. Nunca entrega las tareas a tiempo.
Al límite
Grupo de estudiantes que hace lo mínimo imprescindible para aprobar el curso.
Recordad, no sirve de nada tener la mejor plataforma, contenidos muy completos y la última tecnología si no se consigue despertar el interés de los alumnos. Si te he motivado con este artículo posiblemente te interese una formación específica que sea más amplia y te dé más claves profesionales para trabajar la motivación con tus alumnos, tanto en aula como online. y si todavía eres un docente que no conoce el mundo virtual de la educación te recomendamos una especialización. La Teleformación para docentes es un ámbito muy interesante para completar el perfil de cualquier profesor.