El pasado mes de marzo de 2022 se aprobaba en el Senado la reforma de la Formación Profesional, con el objetivo de convertirla en "una palanca de transformación económica y social para el país”. Desde finales del año 2020 se ha estado trabajando en un proyecto de reforma que pudiera satisfacer a todas las partes implicadas, y para generar un nuevo texto que proporcionase un marco legal se ha preguntado a la ciudadanía, al tejido empresarial, a representantes de las Comunidades Autónomas, a entidades y asociaciones y a varios departamentos ministeriales.
¿Qué se pretende con la reforma de la formación profesional?
Partiendo de una formación más flexible, y con la idea de unificar los dos sistemas de la FP dual, el objetivo final de este cambio en la Formación Profesional es que haya más participación por parte de las empresas y que la cantidad de prácticas aumente, lo que proporcionará una mejor salida laboral y un empleo de más calidad.
Reconducir el mercado laboral
Uno de los grandes problemas del mercado laboral español es la gran cantidad de trabajadores que poseen una cualificación baja y muchos otros que son licenciados o diplomados, pero hay muy pocos que ostenten la graduación media, algo que es imprescindible para un tejido productivo moderno. Las previsiones indican que entre 2022 y 2026 España necesitará tener aproximadamente un 49% de sus trabajadores con esta titulación, que es exactamente la que otorga la Formación Profesional.
¿Qué son los niveles?
Una de las grandes novedades de esta Ley es la formación flexible en cinco niveles, que van desde la A hasta la E. Con este sistema se pretende diferenciar dificultad y duración y poder adaptarse a las necesidades del estudiante y futuro trabajador. De hecho, en algunos itinerarios no será necesario completar un ciclo formativo, sino que se podrán realizar cursos de especialización y pequeñas formaciones que serán certificadas por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
El papel de las empresas
La principal novedad radica en el protagonismo que tendrán las empresas a partir de la implantación de la Ley, ya que tendrán la posibilidad de asumir como mínimo el 35% de la formación práctica de un alumno, por lo que el tiempo que va a pasar un joven estudiante dentro de un entorno laboral real es muy significativo e incidirá positivamente en su desarrollo.
¿Voy a cobrar por las prácticas?
Sin duda es una de las grandes novedades de esta nueva Formación Profesional, ya que las prácticas en las empresas pasarán a ser remuneradas, con una cuantía que corresponderá con el salario mínimo interprofesional establecido en el momento de hacerlas. Además, el horario no se tendrá que corresponder con el escolar y se adaptará al de una jornada laboral real en un centro de trabajo. Esta modificación no será inmediata y las empresas tendrán de tiempo hasta 2028 para adaptarse a la nueva situación.
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