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Anatomía del profesor y el alumno ideal

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Jueves, 14 Abril 2016 10:02 Escrito por

¿Te has preguntado alguna vez cómo son el profesor y alumno ideal? Si te paras a pensarlo, seguro que recuerdas a algún maestro que te marcó en el colegio. O en la Universidad. Todos tenemos en la mente a un referente de la docencia que nos hizo las clases más amenas. Sin embargo, a la hora de establecer unas características básicas que todo buen profesor debe tener, no todos nos ponemos de acuerdo. Y al igual pasa con el perfil del alumno. Aún sabiendo esto, voy a intentar trazar la comparativa entre lo que sería ideal y lo que solemos encontrarnos en las aulas.

Mi profesor ideal tendría que ser alguien cercano, que fuese capaz de mantener una relación próxima a la amistad con sus alumnos y que supiese regañar, pero también premiar cuando la ocasión lo requiriese. 

Debería ser un poco exigente para intentar sacar lo mejor de sus estudiantes, tendría imaginación para buscar nuevos métodos de enseñanza y sabría encontrar un equilibrio entre el trabajo y la diversión para hacer del aprendizaje una tarea divertida.

 

Te dejo un cuadro para que veas cómo sería un profesor ideal

Perfil del profesor ideal

 

Si te has decantado por esta profesión tan compleja y a la vez tan gratificante, seguramente seas consciente de todo esto y en algún momento te has parado a pensar qué tipo de docente te gustaría ser. ¿Todavía no tienes la respuesta? 

No te preocupes, te la damos nosotros: un buen docente. Lo sé, decirlo es fácil, además del cuadro explicativo de arriba que puede servirte como lo que NO debes hacer, te voy a dejar una batería de 8 preguntas para que reflexiones: 

 

1. ¿Conoces y manejas la legislación relacionada con la docencia?

Para poder ejercer cualquier profesión, es imprescindible controlar la normativa que la regula. Por eso, aunque seas profesor de infantil, de instituto, de un ciclo o estés impartiendo un taller formativo, deberías conocer cuál son tus derechos y obligaciones. 

2. ¿Estás preparado para trabajar en equipo?

Sí, has leído bien. Tenemos la falsa creencia de que un formador está solo ante su grupo de alumnos, pero no es así. Para poner en marcha un curso se cuenta con un grupo de profesionales que trabajan unidos, desde que la acción formativa es un proyecto, hasta que se materializa en el aula.

3. ¿Eres capaz de elaborar programaciones didácticas y planificaciones?

Antes de iniciar un curso, debemos reflexionar mucho sobre el qué, el cómo y el cuándo. Es decir, marcarnos unos objetivos, unos contenidos y un cronograma que ayuden a nuestros alumnos a aprender.

 

4. ¿Sabrías seleccionar los mejores recursos para tus clases?

En el mercado existen multitud de materiales con los que apoyar nuestro trabajo, lo complicado es escoger aquellos que mejor se adapten a lo que queremos hacer, por lo que tenemos que saber marcar unos criterios que marquen esta difícil decisión. Pero,.. ¿y si no encontramos nada que nos sirva? ¿qué hacemos? Fácil solución. Debemos crear nuestros propios materiales.

 

5. ¿Conoces técnicas de motivación?

Un buen docente tiene que mantener a sus alumnos en un constante estado de curiosidad y motivación a la hora de aprender. Es muy importante que sepamos motivarles, conocer qué les mueve y saber por qué están en nuestra clase.

 

6. ¿Utilizas técnicas que ayudan a aprender?

¿Te acuerdas de el profesor que llegaba a clase y solo hablaba, mientras nosotros hacíamos esfuerzos por mantenernos despiertos? ¿Te identificas con él? Nuestro trabajo como formador es hacer que nuestros alumnos se mantengan activos, ¡que no se duerman! Tenemos que darles protagonismo haciendo que participen y, sobretodo, practiquen.

 

7. ¿Sabes medir el aprendizaje de tus alumnos?

Efectivamente, hablamos de la temida "evaluación". Pero se trata de algo imprescindible, por eso tenemos que conocer qué saben nuestros alumnos cuando entran por primera vez a nuestro aula y ser conscientes, tanto ellos como nosotros, de lo que han aprendido cuando llega el último día.

 

8. ¿Estás al día de la realidad laboral de tu área de conocimiento?

Es vital conocer cómo va cambiando y cuáles son las tendencias y avances en nuestro ámbito, no solo para saber qué es lo que debemos enseñar a nuestros alumnos, sino también porque una de nuestras funciones es orientarles para que sigan aprendiendo o para guiarles en la complicada tarea de buscar trabajo.

 

 Ahora me centro en la cara B de la moneda: el alumno ideal. Ante todo hay que tener buena actitud y es responsable, que estudia y continua en pie ante los fracasos para lograr sus objetivos. Es puntual y respetuoso con sus compañeros y el docente:

 

Perfil del alumno ideal

 

Algo que tienes que tener claro, tanto estés en un bando o en otro, es que tenemos que intentar acercarnos lo máximo posible a la figura del ideal. ¿Notas que falta algo? ¿Qué características añadirías? Déjanos tu opinión y contribuye a crear el perfil perfecto de profesor y alumno.

 

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