Para profundizar en este tema, hoy hablamos con Judit Meiriño, experta en ciberseguridad, que nos ayudará a entender los principales desafíos actuales en este ámbito, los errores más comunes que cometemos online y por qué es tan importante adquirir competencias digitales en seguridad, independientemente de tu profesión o sector.
Entrevista con Judit Meiriño
¿Cómo te iniciaste en el mundo de la ciberseguridad?
Mi camino en la ciberseguridad comenzó al detectar una gran brecha en el mercado. Con los años entendí que existen dos tipos de personas: las que ya han sido atacadas y las que, tarde o temprano, lo serán. Y cuando trasladamos esto al mundo empresarial, el dato se repite exactamente igual.
 Esa realidad me hizo ver la enorme necesidad de proteger tanto a las personas como a las empresas, ayudándolas a blindar su información y a desarrollar una verdadera cultura de seguridad. Así nació mi compromiso profesional con la ciberseguridad: convertir la prevención y la concienciación en el mejor escudo frente a las amenazas digitales.

Charla de Judit Meriño sobre Ciberseguridad
¿Cómo ha evolucionado el campo de la ciberseguridad en los últimos años?
La evolución ha sido sustancial y muy significativa. Hoy contamos con soluciones mucho más profesionales, especializadas y adaptadas a cada caso concreto. Durante años, la ciberseguridad se percibía como algo exclusivo de las grandes corporaciones, pero esa visión ha cambiado por completo.
Actualmente, se entiende que la ciberseguridad es una necesidad universal: afecta a toda la población, desde particulares hasta pymes y administraciones.
 Además, cada sector y cada nicho disponen ahora de herramientas y estrategias específicas que permiten protegerse de forma eficaz, realista y acorde a sus recursos. En definitiva, la ciberseguridad se ha democratizado.
¿Qué entendemos exactamente por “ciberseguridad”? ¿Solo afecta a grandes empresas?
La ciberseguridad es la protección de los activos digitales de las personas, las empresas y las administraciones públicas.
 El dato (esa información que generamos, compartimos y almacenamos cada día) tiene un valor incalculable, y protegerlo se ha convertido en una prioridad absoluta.
 A menudo se piensa que la ciberseguridad solo compete a las grandes corporaciones, pero la realidad es que todos somos potenciales objetivos. Desde una pequeña empresa hasta un particular, cualquiera puede sufrir un ataque o una pérdida de información. Por eso, la ciberseguridad no es un lujo, sino una necesidad básica en la era digital.
¿Qué errores cometen más frecuentemente las personas en su día a día digital?
El principal error es pensar que “a mí no me va a pasar”. Esa falsa sensación de inmunidad hace que bajemos la guardia y no adoptemos medidas básicas de protección.
 Otro error muy común es creer que Internet es un entorno seguro por defecto, cuando en realidad es un espacio donde la precaución debe ser constante.
 También sucede con frecuencia que se confía en personas cercanas (como un cuñado o un sobrino) “saben de informática”, pensando que eso equivale a ser expertos en ciberseguridad o en legislación de protección de datos, cuando son ámbitos completamente distintos.
 Y, por supuesto, entre los errores más críticos está no hacer copias de seguridad, no contar con un plan de continuidad o no tener políticas mínimas de seguridad digital. Todo ello puede marcar la diferencia entre recuperarse rápido de un incidente… o perderlo todo.

¿Cuáles son las amenazas más actuales que deberíamos conocer?
Es fundamental entender las técnicas actuales de ataque, porque conocer cómo actúan los ciberdelincuentes es el primer paso para protegernos.
Entre las más comunes hoy en día se encuentran el phishing, el ransomware, la ingeniería social y los ataques a dispositivos IoT.
Por eso, lo primero que recomiendo es formarse y tomar conciencia. Solo entendiendo cómo funcionan las amenazas podremos anticiparnos y protegernos de forma eficaz.
¿Crees que la mayoría de las personas están suficientemente formadas en ciberseguridad?
No, no lo están. Existe un gran porcentaje de la población que vive en una absoluta ignorancia digital.
 Y lo más preocupante es que, en lugar de tomar acción y prestar atención a este tema, muchas personas prefieren mirar hacia otro lado, pensando que nunca les va a pasar.
 La realidad es que la falta de formación y de conciencia sigue siendo el mayor enemigo de la seguridad digital. Hasta que no asumamos que todos somos un objetivo potencial, no empezaremos a protegernos de verdad.
¿Qué consejos básicos darías a alguien que quiere empezar a proteger mejor su identidad digital?
Lo primero que recomendaría es arrancar por la web de INCIBE, que ofrece formación gratuita, muy completa y adaptada a cualquier nivel. Es una excelente puerta de entrada para empezar a tomar conciencia.
 El siguiente paso sería elaborar un pequeño plan de seguridad de los datos. Si tienes tus copias de seguridad actualizadas y a salvo, ya eres mucho menos vulnerable.
 Y, finalmente, dar un paso más hacia la protección avanzada con soluciones que monitoricen la seguridad de tus equipos y redes de forma continua, como un SOC 24/7. Puede sonar complejo, pero en realidad es una herramienta que vigila y te alerta ante cualquier amenaza las 24 horas del día.
¿Por qué animarías a alguien a formarse en este ámbito, incluso si no tiene perfil tecnológico?
Porque faltan manos. La ciberseguridad es un sector en crecimiento exponencial y con una demanda de profesionales que no deja de aumentar.
 En Galicia, por ejemplo, hay alrededor de 380.000 empresas, y más de 250.000 son pymes de menos de 40 trabajadores. Todas, sin excepción, son vulnerables a los ciberataques. No existen empresas “no hackeables”.
 El problema es que no hay suficientes especialistas para atender todos los incidentes que se producen cada día.
 Y esto no ha hecho más que empezar. Formarse en ciberseguridad no solo abre un enorme abanico de oportunidades laborales, sino que también te permite ser parte activa de la solución, ayudando a proteger a personas y empresas en un mundo cada vez más digital.
 

 
 
